lunes, 29 de febrero de 2016

VAGABUNDEAR

Por Dayro Sánchez

Ya eran las cuatro de la mañana y decidí tomarme el último ron. Sonaba una canción de Serrat y cuando terminó me bajé de la silla y decidí salir a buscar un hotel.

Negocié la habitación por veinte mil pesos y entré rápidamente a buscar la cama pues ya estaba muy cansado y sentía que moría.

Es hermoso partir sin decir adiós….

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