Despertaba
cada mañana agobiada, con la respiración agitada, el pulso acelerado, sus manos
temblorosas y sudorosas, su camisón empapado y su frente mojada; más parecía un
ataque febril que un mal despertar. Pasaba el día en silencio entre sus
quehaceres cotidianos, desde el desayuno para el patrón la señora y los niños a
las 5 de la mañana, las medias nueves de los jornaleros, el almuerzo para los
obreros que seguían en la labranza, hasta la tarde después de acomodar cada
traste en la vieja cocina que aún conservaba la leña encendida hasta entrada la
noche.
Escapaba
cada vez que podía al único lugar que le brindaba calma, la orilla del río
donde escribía frases de amor en la arena, donde dibujaba corazones flechados,
donde caminaba descalza para sentir el frio de la arena húmeda, jugaba con el
musgo que caía de los árboles y mojaba sus pies en las suaves corrientes que
eran una caricia para su áspera y mestiza piel. Volvía rápidamente al finalizar
la tarde para preparar la cena, volver a la cocina, apagar la leña, acomodar
peroles y finalmente, preparar su cama para el momento esperado, éste donde
sentía libertad completa de vivir realmente, de creer, de guardar esperanzas,
donde podía ser ella misma, donde se encontraba con él que la esperaba en sus
sueños, donde eran amigos, cómplices, amantes, compañeros de camino. Ella se
aferraba con todas sus fuerzas, no quería volver, sentía que era su lugar en el
mundo, que no había una realidad más grande que la soñada, hasta que esa
extraña sensación de vacío invadía su estómago, subía a la garganta y sentía
que le faltaba el aire, como si alguien pusiera unas pesadas manos alrededor de
su cuello. Y ahí estaba de nuevo, presta a comenzar el día, uno igual, con el
mismo despertar agitado y taciturno, esperando escapar a la arena del rio,
aguardando nuevamente la llegada de su noche, lo único que podía sentir
realmente suyo.
Pasaban los días y noches, volvían
los sueños, volvía la lucha de aferrarse a ellos, de quedarse, de no volver, de
querer vivir, de querer sentir, de querer caminar juntos, pero volvía también
el vacío que invadía su estómago y subía a la garganta y otra vez estaba esa
sensación, esas manos alrededor del cuello, ese miedo a morir para vivir
realmente. Esa mañana despertó con una extraña sensación de tranquilidad, pasó
el día igual que siempre, se fue a su cama más temprano de lo habitual y con el
traje de domingo, se acostó, cerró los ojos y entró nuevamente a su mundo, a su
lugar, él estaba ahí, con su mirada sencilla, honesta y algo temerosa, ella lo
abrazó como solía hacerlo, lo besó con más fuerza y ganas que de costumbre, lo
miró a los ojos con una valentía extraña, enfrentó por fin el miedo del vacío
en el estómago, de la presión en la garganta, de la falta de aire, se aferró a
él en un sueño profundo porque finalmente comprendió que sólo cuando soñaba,
vivía realmente.
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ResponderEliminarMagia!... Tienes la capacidad de ensanchar el alma con cada palabra leída, es eso lo que transmites!
ResponderEliminarExcelente cuento... Temática acogedora que te hace seguir el hilo de la historia, recordar qu paso y esperar qu sucede con gran curiosidad... Y todo esto en dos párrafos.. Genial!!
ResponderEliminarFelicidades Diego, gran historia, gran reflexión!
ResponderEliminarUn pedacito de una gran historia que seguramente tu Diego, como autor, nos la vas a presentar muy pronto...muy interesante...facil de imaginarse ese cuadro con cada esquina de sus pasos, emociones, hechos... felicitaciones y muchos existos senor!!!!!!!
ResponderEliminarUn pedacito de una gran historia que seguramente tu Diego, como autor, nos la vas a presentar muy pronto...muy interesante...facil de imaginarse ese cuadro con cada esquina de sus pasos, emociones, hechos... felicitaciones y muchos existos senor!!!!!!!
ResponderEliminarQue lindo escribes! Me encantó la forma como narras. Gracias por compartirnos tu cuento!
ResponderEliminarExcelente!
ResponderEliminarMe gustó. En general está bien, las frases están bien hechas y la historia es directa, corta y transmite.
ResponderEliminarRelatar o escribir respecto estados de la mente en la sensacion de estar y no estar, es un aspecto curioso e interesante para abordar. Me haces pensar en la paradoja de los sueños: es en realidad la proyeccion de la mente en el sueño, un lugar de escape o tan solo la asignacion de significantes a signos u objetos que no se desea asumir en lo real?. Viajamos en el sueño ? Y desde una mirada trascendental, Sentimos el llamado final para despedirnos, y finalmente volar en los brazos de morfeo eternamente? O, tan solo somos producto de ciclos infinitos que tienen su arraigo de continuidad generacional
ResponderEliminarRelatar o escribir respecto estados de la mente en la sensacion de estar y no estar, es un aspecto curioso e interesante para abordar. Me haces pensar en la paradoja de los sueños: es en realidad la proyeccion de la mente en el sueño, un lugar de escape o tan solo la asignacion de significantes a signos u objetos que no se desea asumir en lo real?. Viajamos en el sueño ? Y desde una mirada trascendental, Sentimos el llamado final para despedirnos, y finalmente volar en los brazos de morfeo eternamente? O, tan solo somos producto de ciclos infinitos que tienen su arraigo de continuidad generacional
ResponderEliminarExcelente invitación a morir.
ResponderEliminarImagino que los sueños son ese espacio que todos deseamos y buscamos vivir, es una manera de tener presente la realidad que vivimos pero escapándonos a lo que anhelamos.
Te felicito Diego me conecte muy rápido con tu cuento.
Muy bonito, una gran historia: romántica, honesta, sentida... Felicitaciones!
ResponderEliminaruna excelente historia, te felicito.
ResponderEliminarExcelente hijo. Te felicito y me sorprendiste porque una vez más demuestras la capacidad de escribir con un léxico y gran narrativa la expresión a una reflexión de sentimientos de alguien q de pronto no puede o no tiene con quién desahogarse, encajó bien todo ese relato de sensaciones. DIOS te bendiga. Te amo.
ResponderEliminarFelicitaciones hijito. excelente narración, me gusta tu imaginacion y capacidad de contar la historia ... genial porque se mantiene el interes hasta el final del cuento.
ResponderEliminarte amo. Dios te bendiga.
Felicitaciones hijito. excelente narración, me gusta tu imaginacion y capacidad de contar la historia ... genial porque se mantiene el interes hasta el final del cuento.
ResponderEliminarte amo. Dios te bendiga.
Excelente hijo. Te felicito y me sorprendiste porque una vez más demuestras la capacidad de escribir con un léxico y gran narrativa la expresión a una reflexión de sentimientos de alguien q de pronto no puede o no tiene con quién desahogarse, encajó bien todo ese relato de sensaciones. DIOS te bendiga. Te amo.
ResponderEliminarMuy creativo y transmites emociones , eso es lo más importante de un escrito. Bendiciones
ResponderEliminarExcelente narración. Sencilla pero interesante que nos deja una importante reflexión para quienes sienten miedo a soñar.
ResponderEliminarhola Dieguito tu corto cuento me llamo mucho la atención ese es el cuento ideal para leer tanto en casa como como en el colegio.
ResponderEliminareste cuento es uno de los que son cortos pero excelente y además nos deja una reflexión clara.
espero que ganes.
Te felicito mi amor, supiste escoger muy bien el titulo el cual debe ser interesante para atrapar al lector. Bendiciones mi corazón.
ResponderEliminarhola Dieguito tu corto cuento me llamo mucho la atención ese es el cuento ideal para leer tanto en casa como como en el colegio.
ResponderEliminareste cuento es uno de los que son cortos pero excelente y además nos deja una reflexión clara.
espero que ganes.
Muy buena historia, me gustó mucho el uso creativo del lenguaje en la misma.
ResponderEliminarUn lindo cuento para leer en cualquier momento. Espero que ganes.
ResponderEliminarBuen escrito Diego, juegas con la psiquis del lector.
ResponderEliminarUna excelente historia, que deja una gran reflexión.
ResponderEliminarEl autor resalta en estos tres párrafos el dilema de la vida y/o la muerte, similar al planteado en Hamlet. Pese al que el contexto es diferente, pues aquí tenemos a una mujer trabajadora, tal vez esclava, que no goza de las mismas comodidades de una principe como Hamlet y por ello, tal vez, sea que la balanza del ser o no ser se inclina más fácil a la muerte. Algo que resalta es pensar que tanto Hamlet como la mujer del cuento sufren por el mismo flagelo, pese a sus grandes diferencias.
ResponderEliminarCuando se empieza la lectura del relato, éste despierta gran interés e incertidumbre y al finalizarlo no se pierde ese sentir, muy seguramente si se fuera un texto más largo, obtendrias los mismo resultados atrapando al lector. ¡Buen trabajo!
ResponderEliminarExcelente Diego me gustó mucho ya que es muy divertida, nunca se sale del tema por lo tanto es muy entretenida, aunque es un poco corto siento que está muy bien ordenado y encaja muy bien.Felicitaciones se que te va a ir bien
ResponderEliminarMuy interesante y con una trama muy creativa.Felicitaciones y que te vaya bien :)
ResponderEliminarUn cuento Con mucha frescura y sensibilidad, características muy tuyas querido y con el que seguro alguien se identificara ..Muchos éxitos
ResponderEliminarExcelente me gusto mucho, transmites magia pero al mismo tiempo suspenso desde que inicio quería saber que pasaría,un desenlace interesante que cierra el comienzo del cuento....aunque me hubiera gustado un poco mas de suspenso, pero a pesar de lo corto es un excelente texto. Felicitaciones .
ResponderEliminarDiego muy buen cuento, desde el momento que empecé a leerlo quedé atrapado. Lo felicito y la verdad es de admirar el talento que usted tiene al momento de escribir. Espero este cuento llegue miy lejos y muchas personas más puedan leerlo.
ResponderEliminarUn cuento lleno de magia. Te transporta a un lugar donde quisieras estar a través de los sentimientos del personaje.
ResponderEliminarQue bello. Pienso en el río de Sangil y en el gallineral.
ResponderEliminarQue bello. Pienso en el río de Sangil y en el gallineral.
ResponderEliminarEsta muy bien escrito mano, me traslado a un escenario santandereano. Éxitos!
ResponderEliminarParcero felicidades gran narración, palabras q hacen volar y sentir como si estuvieras viendo lo que ocurre...
ResponderEliminarA modo de comentario: El cuento es síntoma de una cuestión que permaneció en gran medida oculta al ser humano moderno, o mejor, no-pensada en la cosmovisión moderna de los siglos anteriores al XX. Esto es, lo que con Kierkegaard se podría llamar el "individuo existente", que se diferencia de la monadas leibnizianas, de la moral trascendental kantiana, del Yo-yo fichtenano, de la conciencia y autoconciencia hegeliana..., en el sentido que estás últimas no dejar de ser (no escapan de) formulaciones formalistas eidéticas, o en términos de Nietzsche, todo ello es lo suprasensible. Y esto Oculto o no-pensado por los modernos tempranos, lo sensible, la carne, la vida humana en sí misma, es lo que en el siglo XX –en medio de la caída del progreso, de la transmutación de una razón universal e ilustrada en una racionalidad instrumental y económica, y en fin, de la barbarie de dos guerras mundiales y variados genocidios– será prioridad, sobre todo por la literatura, para el sostenimiento de un espíritu agotado (por lo dicho anteriormente) en esta modernidad en estado de putrefacción. En este estado de cosas se puede reconocer el personaje descrito por Diego Vargas, o para ser más exactos, su "Invitación a morir". Entiéndase por ello: el no dejarse reducir por lo suprasensible, por lo "formal" del mundo, o con Marx, por lo "Abstracto". Y Marx comprendía muy ese estado del mundo: para el mundo moderno (para él, capitalismo) no interesan las significaciones humanas individuales, sino su puesta en el trabajo abstracto, sin contenido, sin significación: el hombre sin atributos (Musil). Pero, como lo muestra el cuento, ello no capta la condición del ser humano, que, con las palabras de Diego, se puede describir, entre otras maneras, en algo tan sencillo y a la vez significativo como: "Afferrarse en un sueño profundo porque finalmente comprendió que sólo cuando soñaba, vivía realmente".
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarExcelente, gran historia 👍
ResponderEliminarExcelente, gran historia 👍
ResponderEliminarCuriosa e inevitable invitacion. Excelente primo
ResponderEliminarConmovedor y poético, una muy buena contemplación de la añoranza de los que ya partieron. Gracias Diego.
ResponderEliminarBonita historia. Felicidades!!!
ResponderEliminarEn tres párrafos logra elaborar una interesante historia, buena narración, sin necesidad del uso de términos rebuscados. Felicitaciones!
ResponderEliminarMe encantó, sutiles líneas que conducen a reflexionar sobre la necesidad de lo utópico en nuestras vidas.
ResponderEliminarEmotiva y cautivadora historia.
ResponderEliminarEres capaz de transmitir emociones a través de lo que escribes y eso solo lo puede hacer un escritor con talento!. Felicitaciones Diego.
Att: Jessica Rojas
Excelente cuento, se necesita mucha capacidad y sensibilidad para transmitir tanto en tan pocas líneas.
ResponderEliminarDiego, la magia de las palabras se ve reflejada en tu escrito, hacer sentir al lector esa sensación de agobio, de libertad con la naturaleza y la esperanza de los sueños, los cuales podemos hacer realidad, por medio de los cuales nos formamos como seres humanos, aquellos que perseguimos, para muchas veces, escapar de una realidad ajena al ser. De principio a fin, el cuento y tú tienen magia. Una felicitación es poco !
ResponderEliminarMe gusta la forma en como cuentas Historias Diego, me parece interesante que logras trasmitir de forma muy detallada la vida paralela que tiene este personaje entre su mundo real y como fácilmente logra conectarse con su mundo irreal o de fantasía, lo que mas debo destacar es el final de tu historia la cual tiene un resultado muy bien logrado, pues tu visión convierte a este personaje en alguien valiente ¡¡ Felicitaciones!!
ResponderEliminarAtt Ismary Perez.
Interesante. Algunos errores de puntuación y ortografia; sin embargo, estos no logran restar interés en el cuento. Bonito.
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