Pasa la noche y el
nuevo día comienza, es como si al abrir sus ojos las cortinas de a pequeña
habitación en la que vive le rogaran por ser descubiertas, pero no el pequeño
ratón las ignora y se limita a mirar el viejo reloj de pared justo al frente de
su cama, el sol no ha salido, las oscuras nubes desaparecen y el cielo nocturno
se colorea del azul claro del día, el pequeño ratón mira con desdén su manto, y
piensa en no abandonarlo jamás, es demasiado hermoso como para ello, lo admira
y toca suavemente…un ruido distrae , es el canario siempre puntual con su canto
y resonar, los ruidos y movimientos son cada vez más comunes fuera de la
ventana, el pequeño ratón mira el reloj, lleva quince minutos esperando que sus
piernas se muevan y motiven el resto de su cuerpo para algo más, pero siguen
allí bajo su manto sin intención de hacer algo, sus otros músculos tampoco se
esfuerzan, es más, sus parpados le incitan a caer, cae en cuenta de un leve tic
tac…el pequeño ratón mira el reloj de la pared, han pasado treinta minutos
desde que abrió los ojos, decide que ya es suficiente y vuelve a dormir
Me parece bello, pero ponle más atención a los signos de puntuación
ResponderEliminarEs interesante ver que todos somos ratones en algún momento de la semana :D.
ResponderEliminarMuy bueno Serna, excelente final
ResponderEliminarSimplemente genial :D
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