Llegó a las 5 después de haber comprado algunas cosas
para la cena. Miré cómo se preparaba para darse un baño. Su vestido rojo cayó al
inicio de la escalera. Su paso tenue, sus muslos blancos y sus labios rojos me
invitaban a seguirla sin que ella supiera que estaba allí. El aire estaba
viciado por el humo de los cigarrillos que había fumado en su ausencia, tal vez
ella estaba muy cansada para notarlo o más bien sabía que su destino estaba
sentenciado.
Ese mismo día en la mañana lo había dejado todo dispuesto
para no tener que regresar. Ninguna deuda sin pagar, ningún objeto sin empacar,
incluso se encargó de regalar a Adrián, el gato preferido de Madre y el único
que había sobrevivido al incendio. Su escape era discreto pero preciso, un
vuelo a Panamá, luego a España. Hoy se cumple un año de la muerte de Madre.
La escuché mientras subí las escaleras, parecía
tararear un blues viejo de Big Bill Broozy o de Howling Wolf. Tomé el
encendedor Zippo que me regaló el día en que cumplimos un año de casados, en mi
mano derecha, un bidón de kerosén que comencé a vaciar. Primero la puerta de la
habitación, su ropa interior en el piso junto a los tacones rojos, en su cama los
tiquetes de viaje. A continuación, la puerta del baño.
- ¿Por qué estás acá? -Dijo ella-. ¿Sabes que hoy se
cumple un año…? Su mirada fría me recuerda a Madre, eso y sus ojos amarillos y
verdes.
-Lo sé-. Encendí un cigarrillo mientras regaba el piso
del baño con el poco kerosén que quedaba-. Solo pasaba a despedirme.
Vi como sus pupilas se dilataban y como su cuerpo se
estremecía mientras el kerosén tocaba sus pies.
- ¿Por qué haces esto? -dijo ella mientras cubría su
cuerpo con una toalla-. Madre nunca nos quiso, si por ella hubiese sido
nosotros estaríamos muertos. Nunca aceptó que nos amaramos. Nunca aceptó que
sus dos hijos sucumbieran al abismo de los deseos, a eso que su ignorancia
llamaba pecado. Yo la liberé mientras que tú sólo querías mantenerla atada a su
sufrimiento. Tú querías usarla como excusa y alejarte de mí.
-Te equivocas- le dije–. Yo nunca me alejaré de ti-.
Me acerqué a ella, lo suficiente para que Inhalará por
última vez el humo de mi cigarrillo.
Muy bueno!
ResponderEliminarMuy interesante, llegué a sentir que estaba en medio de ellos, de su conversación y de lo que iba a suceder...
ResponderEliminarInteresante y cautivador!
ResponderEliminarSuper! Muy interesante
ResponderEliminarMuy bueno, sencillo y profundo
ResponderEliminarMuy bueno, sencillo y profundo
ResponderEliminarMe encanto
ResponderEliminarQué bonito , encantador único sutil y hermoso , felicitaciones
ResponderEliminarUaoo, muy bueno
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarSúper...:)
ResponderEliminarSúper...:)
ResponderEliminarGenial!! Me encantó!!
ResponderEliminarIntenso! Obsesivo! Me gusto.
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