Lo vi mientras caminaba por el sendero que suelo
frecuentar. La causa primera aleatoria fue. La segunda que me ato a su
existencia su cabeza y movimiento fue. ¿La idea? No, no fue una idea, brota
solamente como todo en mi naturaleza de ser, así fue. Ahí estaba aquella
criatura en su placido disfrute de su comida, meneando su cabeza, como si
esperara la presencia de alguien, como si vigilara que nadie viera lo que
estaba haciendo, como si tratara de fugazmente conocer, fugazmente circunspecto
movía la cabeza tiritona. Me acerque lentamente por atrás, fue fácil. Lo agarre
por el cuello manteniéndolo apretado mientras esta hacia toda clase de
movimiento tratando de liberarse, se movía violentamente, chapaleando en el mar
del sufrimiento, digo sufrimiento porque una vez, trataron de hacerme lo mismo
y escape apresuradamente cuando un transeúnte pasaba cerca de los hechos y
dando un grito de: ¡suéltelo!- Entonces aquel me soltó y sentí el sufrir. Pero,
ahora nadie existía cerca. No se me dificulto llevarlo a casa por su peso más
que por su movimiento y energía que derrochaba para liberarse. En casa, en el
patio de mi casa, yacía tendida esta pobre criaturita; era pequeña y tenía una cara inocente, un cuerpo inocente,
todo en ella emanaba inocencia. ¿Inocencia? Inocencia, inocencia, repetía entre
mi. La había visto varias veces, siempre comiendo, no masticaba y siempre esa
cabecita vibrando. A veces sentí brotar en mí un pellizco de ternura para aquella
criatura; mientras la llevaba de cuarto en cuarto jactándome de este macabro
juego. ¿Como así? Si estaba haciendo algo malo y lo sabía, pero, no podía
parar, pues me jactaba haciéndolo, entonces la maldad desaparecía, seguía jugando
con el cuerpo diminuto de esta criaturita. A veces cuando como, brota mi
pensar, entonces mastique su cuerpecito y pensé. Pensé en el reguero de plumas
que había dejado por toda la casa y en la increpancia ante la cual me hacia el
sordo mientras jugaba con él. Hasta que me dijeron ¡Aquí no!, ¡Vaya fuera a comérselo! Y con un meloso y delicado
maullido aprobé e hice lo que me decían -Miauuu- Solo dije, eso y nada más..
awwwwwwwwwwwwwwwwww. era un gatito!!me encanta!
ResponderEliminarMuy bien narrado el cuenta, me gusto mucho.
ResponderEliminarexcelente cuento!! muy buen final
ResponderEliminarMuy bueno e inesperado :D
ResponderEliminarMe gusta, muy intrigante.
ResponderEliminarCaro, muy interesante tu cuento, las sensaciones que describes hacen que uno se introduzca en el y se interese por leerlo.
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