Por Juan Diego Suarez Agualimpia
Un valeroso
viajero, conocido como Juan Zeraus, después de una larga travesía por las
cavernas rocosas, saturadas de peligros combatiendo con todo tipo de criaturas,
cada una más poderosa que la anterior, llegó a la aldea llamada Áxelor, donde
había nacido y crecido.
En cuanto llegó
apreció como un malvado hechicero, había lanzado un conjuro contra los
aldeanos, transformando a la mayoría en bestias salvajes inconscientes de lo
que hacían, como abandonar a las crías a su suerte, y algunos otros en rocas y
árboles que destruían todo a su paso.
Al observar
esto, Juan se molestó, y recorrió la aldea en busca del hechicero, pero lo que
antes habían sido sus pobladores lo empezaron a atacar sin compasión, estaban
intentando asesinarlo a como dé lugar. Luego de estar combatiendo con estas
criaturas por un largo rato, una de estas lo golpeó fuertemente en la cabeza de
tal forma que lo derribó al instante, y lo llevaron a la guarida del hechicero,
quien esperaba ansioso el poder enfrentarse con él en una colosal batalla.
No tomó mucho
tiempo para que empezara la contienda, entre el valiente viajero y el malvado
hechicero, entre el bien y el mal, el héroe estaba atacando con todas sus
fuerzas, y el villano usaba todos sus mejores encantamientos, el valiente héroe
con su espada lograba desviar los hechizos del brujo, en cuanto se acercó le
propinó una patada, alejando así su báculo de él, entonces el hechicero sacó
una espada y le hizo una cortadura a Juan en la pierna derribándolo, el héroe
intentó cortarle la cara pero falló, en cuanto se levantó empuñó fuertemente su
espada y atravesó su estómago dejándole malherido, cuando estaba a punto de dar
el golpe final se entrometieron las bestias del mago, las cuales el héroe un
poco molesto derrotó con un fulminante golpe, dejándolas inconscientes porque
sabía que no lo hacán voluntariamente, sino que eran manipuladas. Exhausto de
la batalla procedió a dar el golpe definitivo al hechicero, así que Juan se
acercó lentamente al hechicero con su brillante espada y atravesó su corazón,
en cuanto fue derrotado el conjuro que había lanzado sobre la gente se rompió,
todo volvió a la normalidad y nadie recordó nada de lo sucedido, luego de esto
el viajero siguió su camino.
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