viernes, 11 de marzo de 2016

ORIÓN, GRANDEZA EN EL CIELO Y LA TIERRA

Por Maria Isabel Pinilla Rodriguez

“Orión” fue llamado aquel perro gigante que, aunque cachorro estaba, lideraba una tropa de perritos que buscaban escapar de la parte trasera de una casa de paso para atacar en pandilla la bolsa de la basura. Ese pequeño perro con nombre de grandeza y poder, fue elegido por tal hazaña, porque una joven se enamoró de su porte fuerte y tierno a la vez. Ese pequeño loco con fuerza de dios, atrapó a una familia que lo llenó de amor. Ese pequeño loco ¡Sí que está loco! Como todo cachorro, hizo muchas travesuras: dañó zapatos, juguetes, documentos, ¡incluso dinero! Ese loco ruidoso, y cada vez más grande animal, corría como potro desenfrenado por una pequeña casa que llena de personas impacientes estaba. Aunque muchos no lo dijeran, era un perro muy querido y admirado ya que era en verdad hermoso y con un porte que demarcaba fuerza, el cuál le daba seguridad y orgullo a su “mamá” que medía un poco más de metro y medio de estatura. Esa joven impaciente e intolerante quiso regalar muchas veces a su “primer hijo” pero nunca pudo hacerlo, pues ese perro de ojos delineados, cuerpo robusto y piel brillante era un gigante difícil de vencer.

Orión no estaba entrenado pero entendía que, al oír su nombre con tono molesto, algo malo le esperaba; entonces corría a esconderse en donde apenas cabía, pues ¡Sí que era un perro grande!

Como buen perro, era desbordado en nobleza y amor para con su familia que, a pesar de todo, lo amaba. Como primos tenía un par de gatos: Tom que era mayor que él y le dio la bienvenida rasguñándole una oreja de cachorro; y Jade, una flacuchenta que llegó a casa el mismo día que él; la cual, era como su juguete personal que ha tenido que aguantar muchos golpes de ese primo pesado y brusco que siempre está feliz de compartir con ella. Tom, por supuesto, siempre está mal encarado y con actitud de superioridad, aunque eso no lo salva de ese primo intenso que es generoso en amor y energía para todo el que lo rodea.

La familia es una gran bendición de Dios, siempre seremos familia aunque se cometan errores y no nos soportemos; Orión, Tom y Jade hacen parte de la familia y nos enseñan el valor de amar sin importar cuánto podamos lastimarnos, nos enseñan a disfrutar de las más pequeñas cosas, como una mirada o un mimo, pues despiertan el lado tierno del más frío ser…

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