viernes, 11 de marzo de 2016

REFLEXIONES

Por Daniel Camilo Oliveros Florez

Sentado en un viejo mueble en mi sala, contemplando la nada. Desperté en un cuarto oscuro y tenebroso sin recuerdos de haber caído dormido, este cuarto siempre me  atormento aunque estuve mil veces en él, pero hoy tiene algo diferente un muñeco, un pequeño muñeco lleno de polvo, sucio a mas no poder , y en su rostro una expresión de tristeza , al principio temí acercarme, pero día tras día regresaba  y lo contemplaba. Decidí confrontarlo, lleno más de curiosidad que de valentía, me aproxime a él, lo bañe lo limpie y le hable; Hablábamos  cada vez que regresaba a aquel lugar hostil, note que cada vez que lo hacíamos su  semblante cambiaba y al mismo tiempo lo hacia el mío. Ya ignoraba las sensaciones del cuarto, solo anhelaba verlo de nuevo , hasta que un día mientras estaba sonriendo  acostado en mis aposentos , buscaba la nada que me llevara a ese cuarto , pero al lograrlo encontré que ahora era un cuarto blanco y tranquilo sin rastros del muñeco, en ese instante me sentí completo.

2 comentarios: