jueves, 10 de marzo de 2016

QUIMERA

Por Yalila Andrea Perez Montoya

Ella lo salvo del olvido. 

Le regaló la inmortalidad en sus letras y  Él sigue por el mundo sin saberlo.

Antes, hace unos años, Ella escribía su propia vida. Luego se enamoró. 

En secreto le dedicó poemas gastados, cartas agrietadas con respuestas mudas, Cuentos destrozados por la absurda felicidad. Entonó tantas veces su nombre que llegó a temerle.
Un día Él Se fue... ya no tenía  sentido escribirle.


Durante muchos días ella permaneció en silencio. Cuando por fin sus ojos olvidaron llorar, no tuvo más opción que retomar su historia, pero ya no sabía cómo hacerlo ¿eventualmente encontró su voz? 

NO Ella se perdió en la memoria mientras él fue eterno.

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